YAMAMOTO RESEARCH
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YAMAMOTO® RESEARCH
Yamamoto® Research Colina e inositolo La colina y el inositol son elementos valiosos, auténticos «guardianes» de la salud, que actúan en sinergia y constituyen la base de la lecitina, sustancia que contribuye a mantener las grasas disueltas en la sangre y en los demás fluidos orgánicos, lo que ayuda al cuerpo a controlar los niveles fisiológicos de colesterol y triglicéridos en sangre. La colina y el inositol son micronutrientes que favorecen la función hepática regular y previniendo un trastorno muy generalizado como es la acumulación de grasa en el hígado o esteatosis hepática. La esteatosis hepática, comúnmente conocida como «hígado graso», se produce cuando la grasa presente se acumula en el interior las células del tejido hepático. En España, esta dolencia afecta a cerca del 25 % de la población y representa el problema hepático más frecuente, que crece también entre la población infantil. Los agentes que determinan la aparición de la esteatosis actúan esencialmente inhibiendo la síntesis de las proteínas celulares que constituyen las lipoproteínas, lo que impide al hígado verter los triglicéridos en la sangre. En consecuencia, los triglicéridos tienden a acumularse en su interior, de forma aparentemente «silenciosa», pero las consecuencias pueden ser graves.
La esteatosis hepática puede tener varias causas. Por ejemplo, la esteatosis de origen alimentario se debe a dietas hiperlipídicas, hipoproteicas o carentes de metiotina y colina, sustancias indispensables para la biosíntesis de las grasas estructurales (fosfolípidos) en lugar de grasas de reserva (triglicéridos); de hecho, el hígado no puede eliminar los alimentos demasiado grasos y los acumula, dando lugar a la esteatosis. Pero eso no es todo: un exceso de azúcares simples —como por ejemplo, la fructosa— puede tener una influencia negativa en este trastorno, especialmente en niños y jóvenes. Entre los alimentos ricos en fructosa, encontramos fácilmente en la industria alimentaria el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, bebidas azucaradas, caramelos y bollería industrial y alimentos refinados, pero recordemos que este tipo de azúcar también está presente de forma natural en la fruta, los zumos comunes y la miel. Cabe destacar que las células no usan la fructosa para producir energía, por lo que el 100 % de la fructosa que ingerimos se metaboliza en el hígado y transforma en ácidos grasos, colesterol LDL y triglicéridos, que se almacenan en forma de grasa corporal. Por esta razón, el exceso de fructosa que llega al hígado da lugar a la formación de grasa, es decir, esteatosis hepática no alcohólica (EHNA), la enfermedad hepática más común entre los niños del mundo occidental, actualmente reconocida como la llamada de advertencia del síndrome metabólico en el hígado: una dolencia que asocia diversos factores, como obesidad, hiperglucemia e hipertensión, y aumenta el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares. La esteatosis hepática también puede darse con otras afecciones, como sobrepeso, obesidad, colesterol alto y niveles altos de triglicéridos, así como diabetes, síndrome metabólico con resistencia a la insulina, deficiencia de lipoproteínas, malnutrición, hepatitis C, abuso de alcohol y consumo excesivo de algunos tipos de fármacos, como los estrógenos o corticosteroides. La colina y el inositol son constituyentes fundamentales de la fosfatidilcolina y el fosfatidilinositol, los cuales, a su vez, participan en la síntesis de las lipoproteínas que transportan la grasa y el colesterol en la sangre. Su deficiencia afecta también a la presencia de estos transportadores de LDL y VLDL, por lo que se favorece la acumulación de grasa a nivel hepático. La colina (vitamina B7) es un micronutriente esencial fundamental en los fosfolípidos y la acetilcolina, un importante neurotransmisor. La colina contribuye a mantener la función hepática fisiológica, cuyas propiedades «lipotrópicas» previenen los depósitos lipídicos en el hígado. El hígado excreta las grasas a través de dos lipoproteínas, VLDL y LDL, las cuales, a su vez, están compuestas por proteínas y fosfolípidos, siendo la fosfatidilcolina el fosfolípido principal. Ahí es donde entra en juego la colina, el precursor de la fosfatidilcolina que permite transportar la grasa desde el hígado hasta los músculos y el tejido adiposo. La colina contribuye a mantener una función hepática saludable, ya que forma parte del grupo de sustancias «lipotróficas», capaces de prevenir los depósitos de grasas en el hígado. Es esencial para la formación de los principales componentes de las membranas celulares (fosfolípidos) y de la acetilcolina, sustancia importante que participa como neurotransmisor en muchos procesos cerebrales y cognitivos. Algunos estudios también han demostrado la posible relación entre una dieta con alto contenido de colina y el desarrollo cerebral en el período prenatal, con efectos positivos en las funciones cognitivas y la memoria. La colina también tiene importantes propiedades neuroprotectoras, antioxidantes y protectoras para el corazón, ya que interviene para contrarrestar los efectos nocivos de la homocisteína a nivel cardiovascular y refuerza la función nerviosa. El suplemento que presentamos contiene la vitamina B7 combinada de forma sinérgica con el inositol, puesto que es el componente básico de la lecitina, indispensable para el uso de las grasas y el colesterol en el cuerpo. El inositol previene la oxidación y acumulación de grasas en el hígado y es esencial para la salud del hígado, los riñones y la mielina. Varios estudios han demostrado que el inositol tiene un papel importante en los procesos de desintoxicación del cuerpo y el hígado, al favorecer las funciones de filtrado que ayudan a neutralizar las toxinas endógenas y exógenas (introducidas desde el exterior) del organismo. Es muy interesante también la función lipotrópica del inositol, que se suma a la de la colina, siendo ambos potentes agentes dedicados a movilizar las grasas del hígado (efecto lipotrópico). Esta acción es esencial para la salud del hígado, ya que los depósitos de grasa y bilis se asocian a menudo con el desarrollo de trastornos más graves, como la esteatosis de la que hemos hablado, pero también cirrosis y dislipidemia de diversas magnitudes. Otro denominador común de la colina es que el inositol es un componente de todas las membranas celulares. Además, la investigación ha demostrado que su acción se extiende a componentes de varias otras actividades del cuerpo, como el metabolismo energético, glucídico (glucemia), lipídico (hepatolipidosis) y de los biorreguladores (vitaminas y hormonas), además de actuar como factor de modulación fundamental de complejas funciones metabólicas y de transporte inherentes a numerosos órganos y tejidos. La ciencia también revela que la acción del inositol se expresa a nivel de las mitocondrias, los centros de energía de las células que, por tanto, tienen un marcado tropismo hacia los tejidos y órganos ricos en él, principalmente el hígado y el cerebro. En primer lugar, recordemos que las mitocondrias, además de ser indispensables para la producción de energía, son uno de los focos más importantes de la desintoxicación celular, lo cual explica su marcada actividad a nivel hepático. De este órgano tan importante que es el hígado se derivan diferentes sustancias útiles para sintetizar la vaina de mielina que rodea los nervios y necesarias para transmitir la información entre las células del sistema nervioso (neurotransmisores). Cómo utilizar: tomar 1 cápsula al día con agua.
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60 cápsulas | |
Información nutricional | |
Por tamaño de porción (1 cápsula) | |
Por tamaño de porción (1 cápsula) | |
Bitartrato de colina de los cuales colina |
250 mg 102,5 mg |
Inositol | 250 mg |
Ingredientes: inositol, bitartrato de colina, agentes de carga: celulosa, fosfato dicalcico; cápsula (gelatina), antiaglomerantes: dióxido de silicio, sales magnésicas de ácidos grasos; colorante: E171.
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